Gas de combustión de coches, humo contaminado: esto es el smog en el imaginario colectivo. No pensamos jamás que en nuestra propia casa u oficina el aire puede ser más sucio que en el exterior. De hecho, la mayoría del tiempo es así. La mayor parte de la población urbana pasa del 90 al 95% del tiempo en lugares cerrados, donde los agentes nocivos puede ser muchos: formaldehídos, compuestos volátiles de productos químicos para la limpieza de la casa o la oficina, ácaros, polvo, humo de cigarrillos y gas de combustión de los hornos y calentadores...
Consumo Responsable
Hoy se conmemora el Día del Medio Ambiente y quiero poner en discusión uno de los problemas que suman gravedad al tema del calentamiento global: la crianza industrial de ganado para consumo humano. Ésta no sólo es cuestionable éticamente, sino que además tiene una serie de desventajas medioambientales que, generalmente, son desconocidas o poco difundidas: genera problemas de desigualdades alimentarias y pérdida de biodiversidad, además de contaminación del agua, el aire y la tierra. En este artículo, analizaremos las dos primeras.
La industria química es una de las principales responsables por la contaminación que la civilización vierte en el planeta. Los principios activos de estos productos -que están presentes en todas las actividades de los hogares, las empresas y la industria- contaminan el agua, la tierra y el aire, afectando la vida de los océanos, la tierra y los seres vivos que en ella habitan. Nosotros nos convertimos en cómplices de esta contaminación toda vez que compramos estos productos para nuestro hogar, concretamente, para la limpieza y desinfección de la casa. Muchos de estos productos son innecesarios o pueden sustituirse por productos naturales, y veremos cómo es posible hacerlo.
¿Alguna vez te ha entrado shampoo a los ojos?¿Y sientes esa tremenda irritación y ardor que, tras un enjuage, gradualmente va pasando? Pues los conejos que usa Procter&Gamble para probar sus productos, no pueden enjuagárselos, ni moverse cuando testean sobre su piel rasurada y erosionada, ni cuando los viviseccionan. Tampoco puede hacer nada los miles de perros, gatos, ratas y cobayas que mueren por su encargo en diversos laboratorios. Asi es como el mayor fabricante y vendedor de productos para el hogar, el cuidado personal y alimentos de animales en todo el mundo, produce un mercado lleno de sangre a espaldas de los consumidores que confían en sus productos.
El día 21 de mayo se realizará una cruzada mundial para exigir a P&G que detenga la vivisección y experimentación de sus productos con animales.
Al ser ellos una gran empresa, marcan la pauta para el resto de empresas del rubro. Exigir como consumidores productos libres de crueldad, es el primer paso para abrir las jaulas de los miles de millones de animales que son encerrados, torturados y muertos para llenarnos de productos que, si nos detuvieramos a pensar un poquito: ¿son todos ellos realmente necesarios?
Para bien o para mal, pasamos una larga parte del día en un lugar de estudio o trabajo, donde podemos también evitar ensuciar menos y ahorrar energía. El punto a favor es que muchas veces es fácil convencer a tus compañeros o jefes de tener un menor impacto ambiental, porque casi siempre ensuciar menos, reciclar y reutilizar es también ahorrar. La idea de este artículo es compartir consejos al respecto, yo pondré algunos ... ¿se te ocurren otros?
"Los científicos y los militares no reflexionan sobre su hacer porque reflexionar cambia el hacer… reflexionar es preguntarse qué fundamentos tengo para hacer lo que hago.” (Humberto Maturana). Ha pasado un tiempo ya desde que Maturana expusiera su sorprendente analogía en la cual comparaba a científicos con militares. Lo que Maturana pretendía establecer no es que ambos, científicos y militares, se entrenaban para matar - tal como sucede en tantos bioterios y laboratorios de Chile y el mundo- sino que ambos evitan "reflexionar" en su "hacer". No caiga usted, como persona, como consumidor, como ser humano, en la dinámica del científico y de los militares...
(Por Alejandro Ayala Polanco, Homo Vegetus. Reproducción del artículo aprobada por el autor).
Del suministro de agua depende buena parte del desarrollo de Occidente, y la racionalidad en su uso es una necesidad imperativa. En nuestra casas, el agua acompaña la jornada en sus diversos momentos: de una gestión responsable de su uso, se pueden derivar ventajas globales de gran importancia en términos económicos y ambientales. Los sistemas hidráulicos normalmente favorecen el derroche de agua, por lo tanto si solamente modificamos nuestro comportamiento, puede no ser suficiente para un óptimo ahorro del agua. En muchos casos, es oportuno instalar dispositivos que eliminan el excesivo malgasto. Por ejemplo, los servicios higiénicos utilizan casi la mitad del agua que consume un hogar y las bañeras o duchas un tercio de ésta; por lo que es prioritario enfatizar en éstas áreas la buena gestión del agua.
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