Las políticas medioambientales generalmente destinan grandes recursos -materiales y humanos- a la disminución de los efectos de la contaminación. Estos esfuerzos están enfocados en las consecuencias, pero deberían también ir acompañados de esfuerzos en las causas, es decir, mejorar los procedimientos de producción utilizando materiales e insumos menos contaminantes.
La ciudadanía está bastante acostumbrada a que sea el estado quien se haga cargo del problema de la contaminación. Sin embargo, creo que olvidamos a el inicio de todos los problemas medioambientales actuales: el consumo. La industria produce para cubrir las exigencias crecientes de una sociedad que busca satisfacer sus "necesidades". Y creo que ahí está el punto álgido en la cuestión de la contaminación y sus consecuencias: preguntarnos "¿Es absolutamente necesario e imprescindible consumir TODOS los productos que hoy estamos consumiendo?"