5 Jul 2011

Carnismo, o la defensa de lo indefendible

Por Fabiola

En mis interminables búsquedas de información, encontré un libro imprescindible: Why we love Dogs, eat Pigs and wear Cows, an introduction to carnism, firmado por la psicóloga social y profesora de psicología de la U. de Massachussetts, Melanie Joy. En él, explica el concepto de CARNISMO, que referenciaré brevemente en este capítulo, como primera entrega.

Carnismo: Sistema de creencias, o ideología, que condiciona a las personas a comer ciertos animales. El Carnismo es esencialmente opuesto al vegetarianismo y al veganismo; "carn" significa "carne" o "de la carne", e "ismo" denota un sistema de creencias. La mayoría de las personas ve el hecho de comer carne como algo dado en vez de considerarlo una elección. En las culturas que comen carne alrededor del mundo, la gente no piensa en por qué consideran asquerosa la carne de algunos animales y la de otros, apetitosa; como tampoco piensan por qué comen animales. Pero cuando comer animales no es una necesidad para la sobrevivencia, que es el caso de la mayoría de mundo hoy en día; es una elección -y las elecciones siempre provienen de un sistema de creencias.

Reconocemos que NO comer animales también es un sistema de creencias; el vegetarianismo como tal fue denominado y nombrado hace siglos. No nos referimos a los vegetarianos como "comedores de plantas", porque entendemos que comer plantas refleja una ideología subyacente en la que consumir animales es considerado poco ético e inapropiado. Por el contrario, aún nos referimos a los "no vegetarianos" como "comedores de carne", como si el acto de comer carne estuviera divorciado de un sistema de creencias, como si los vegetarianos fueran los únicos que traen sus creencias a la mesa. Sin embargo, la razón por la que la mayoría de las personas come cerdo y no perro, por ejemplo, es porque están escogiendo dentro de un sistema de creencias cuando comen animales.

¿Por qué, entonces, el carnismo no ha sido conceptualizado hasta ahora? Una razón es porque es más fácil reconocer aquellas ideologías que caen fuera de la corriente, como lo sería por contraste el vegetarianismo. Una razón más fuerte es porque el carnismo es la ideología dominante, una ideología tan extendida y aceptada, que sus principios son considerados sentido común, "como son las cosas", en lugar de considerarse un conjunto de opiniones ampliamente aceptadas. Y el carnismo, además, es una ideología violenta y explotadora, organizada alrededor de la intensiva, extensiva e innecesaria violencia hacia los animales. Aún en la producción de la llamada "carne ecológica" (y otros subproductos animales ecológicos) -un pequeño porcentaje de la carne producida a nivel mundial- los animales son explotados y usualmente tratados con violencia. Los principios del carnismo van en contra de los valores fundamentales de la mayoría de las personas que no estarían dispuestas a apoyar la explotación de otros o perdonar dicha violencia hacia otros seres sintientes. Por lo tanto, el carnismo, como otras ideologías violentas y explotadoras, debe ocultarse para asegurar la participación de las personas; pues sin apoyo social, el sistema podría colapsar.

"Defensas" del carnismo

Las ideologías como el carnismo se mantienen vivas enseñándonos a no pensar o sentir cuando seguimos sus órdenes, y una de las maneras de hacerlo es bajo una serie de mecanismos de defensa que operan a nivel social y psicológico. La "defensa del carnismo" esconde las contradicciones entre valores y comportamiento, permitiéndonos establecer excepciones a lo que normalmente consideraríamos ético.

La primera defensa del carnismo es la invisibilidad, y la primera vía por la que una ideología permanece invisible es manteniéndose sin un nombre: si no la nombramos, no la vemos, y si no la vemos, no podemos hablar de ella. Pero no sólo la ideología es, en si misma, invisible; sino que también lo son las víctimas del sistema: los miles de millones de animales que permanecen ocultos y convenientemente fuera de la conciencia pública; los crecientes daños al medio ambiente; los trabajadores de mataderos y frigoríficos explotados y maltratados; y los consumidores humanos que están sometidos a grandes riesgos de contagio de las enfermedades más graves del mundo industrializado, y que han sido condicionados para desconectar, psicológica y emocionalmente, de la verdadera experiencia que significa comer animales.

Pero la invisibilidad es sólo la primera línea de defensa en la fortaleza del carnismo. Asi, cuando la invisibilidad falla, el sistema necesita otra defensa: aquí se justifica el hecho de comer animales, y se hace representando los mitos de la carne (y otros productos animales) como si fueran hechos: promocionando las Tres N de la Justificación: comer animales es Normal, Natural y Necesario. Las Tres N están institucionalizadas -son apoyadas y mantenidas por grandes instituciones sociales, desde la familia hasta el estado-  y no es sorprendente que también hayan sido invocadas a través de la historia para justificar otras ideologías violentas y explotadoras (como la esclavitud, la dominancia masculina, etc.).

El carnismo también se defiende distorsionando nuestras percepciones de la carne y de los animales que nos comemos, de manera que nos sentimos totalmente cómodos consumiéndolos. Aprendemos a ver a los animales de granja como objetos (nos referimos a los pollos como algo, en vez de como alguien) y como abstracciones, quitándoles individualidad y personalidad ("un cerdo es un cerdo y todos los cerdos son iguales") para crear rígidas categorías en nuestras mentes que nos permitan albergar sentimientos y comportamientos totalmente contradictorios hacia diferentes especies ("la carne de vaca es deliciosa y la carne de perro, asquerosa"; "las vacas son para comer y los perros son nuestros amigos"). Un ejemplo claro de esta disociación podemos verlo en este video (en inglés):

Existen numerosas otras defensas que se superponen y apoyan las mencionadas aquí, pero todas las defensas sirven a un único propósito: bloquear nuestra conciencia y empatía cuando se trata de los animales de granja y de los productos que sacamos de sus cuerpos. Conociendo las defensas del carnismo, somos menos vulnerables a su influencia; somos capaces de salir del sistema y examinar la cuestión de comer animales con nuestros propios ojos, en vez de verlo a través de las lentes del carnismo.

Fuente: What is Carnism? Fuente imagenes: Agrofilms, Central European News via Daily News.