Gripe porcina, zoonosis y derechos animales
Por Fabiola
La gripe porcina es una enfermedad respiratoria de los cerdos, altamente contagiosa, causada por una de las varianes de los virus de influenza A. El virus se transmite entre cerdos por aerosoles, contacto directo e indirecto, y por la carga vírica de cerdos asintomáticos. Los cerdos pueden ser infectados por los virus de la influenza aviar y de la influenza humana. A veces un cerdo puede estar infectado con más de un virus al mismo tiempo, lo que permite la múltiple mutación genética de los virus.
Como ya se ha dicho, los síntomas clínicos son similares a la gripe humana, pero los casos pueden presentarse en un amplio espectro, como infecciones asintomáticas hasta neumonías severas que causan la muerte.
Las personas pueden infectarse por el contacto con cerdos infectados, pero también se han dado casos de personas infectadas que no han tenido contacto con cerdos infectados ni con ambientes donde se localizan los cerdos. La transmisión humano a humano ha ocurrido en algunos casos, pero se limita a contactos cercanos entre personas de grupos cerrados.
La enfermedad de la gripe porcina se considera endémica de Estados Unidos, pero las amenazas están también presentes -por los casos clínicos aparecidos- en Norteamérica, Sudamérica, Europa (incluyendo Reino Unido, Suecia e Italia), Africa (Kenia) y el Este de Asia, incluyendo China y Japón.
No existen vacunas para contener el virus de la enfermedad en humanos, especialmente porque el virus puede mutar rápidamente.
Esta semana la atención mundial está centrada en México, Estados Unidos y algunos países de Europa, donde comienzan a darse los contagios de la enfermedad, en México con casos mortales.
Seguro que como en otros casos de zoonosis (enfermedades de los animales transmitidas a los humanos) se tomará como medida preventiva la masiva matanza de animales para evitar el contagio hacia los humanos. Ante esta situación las preguntas son, primero, cómo se hará el "sacrificio" y segundo, cómo se podría evitar el brote y los contagios.
Todos recordamos con horror las escenas del 2005, en que frente a la amenaza de pandemia de la gripe aviar, el "sacrificio" de las aves consistía en arrojarlas vivas a hogueras que calcinaban sus cuerpos, sospechosos de portar el virus. Ante el reclamo mundial, se "humanizó" la matanza de las aves ahogándolas en contenedores de CO2.
Hoy no podemos estar seguros de si la matanza se realizará de manera más o menos salvaje, y sólo un nuevo reclamo -mediante las denuncias correspondientes- podría intentar mejorar la situación para los pobres animales.
Una cosa es cierta: muchos contagios a gran escala suceden después del contacto de los humanos con los cerdos. Además, los cerdos se contagian particularmente cuando están hacinados en grandes números. Pensemos no solamente en los mercados, sino también en las explotaciones y granjas en todo el mundo, donde son hacinados para su engorde y matanza.
Es bien sabido que las granjas industriales son verdaderos caldos de cultivo para todo tipo de enfermedades animales que sólo se mantienen a raya a punta de alimentar a los animales con cócteles de antibióticos. Si los médicos recomiendan a las personas no abusar de éstos medicamentos es porque crean resistencia bacteriana.
Si el abuso de antibióticos es peligroso, ¿por qué no se establece la misma medida preventiva en las granjas factoría? ¿Por qué se da tanto antibiótico a los animales en su alimentación, agua o mediante inyecciones? Porque si no se hace los animales se enferman y se contagian entre ellos muy rápidamente por el hacinamiento.
Además, aunque el animal no contagie en vida, puede contagiar post mortem, y el contagio puede llegar a ser mortal: la Encefalopatía Espongiforme Bovina (o "mal de las vacas locas"), la brucelosis, la salmonelosis y la triquinosis son enfermedades zoonóticas cuya principal fuente de contagio y expansión son las granjas industriales.
De los datos anteriores, sólo podemos invitar a reflexionar y considerar seriamente las consecuencias que la cría industrial y el consumo de animales tiene para la salud humana y para el medio ambiente. Las granjas donde se crían los animales de donde se sacan los jamones, los bistecs y las alitas de pollo, no sólo son infiernos de sufrimiento animal, también son un foco infeccioso peligroso tanto para los animales no-humanos como para los animales humanos.
Ver también: preguntas frecuentes sobre la gripe porcina (OMS).
Fuente imágenes: USDA, Bird Flu Focus, Whyfiles.