Gripe aviar, zoonosis y derechos animales
Por FabiolaLa gripe aviar es el virus de la influenza que se aloja en las aves, que a su vez pueden transmitir esta mortal enfermedad al ser humano. Si bien el virus puede alojarse en diferentes especies, la cepa que se aloja en las aves es mortal tanto para ellas como para los humanos infectados. Esto, junto a la mutación del virus crean la amenaza de un brote de la enfermedad.
De acuerdo a diferentes estudios epidemiológicos y genéticos de la influenza, el virus de la influenza aviar no es infeccioso para muchas especies, y de serlo es asintomático, es decir, los animales no presentan síntomas de gripe. Pero con la domesticación, crianza y manipulación a gran escala -granja industrial- de gansos, patos, pavos y pollos, han aparecido subtipos del virus que son altamente contaminantes y mortales.
La cepa más virulenta es la H5N1, que en principio cobró la vida de miles de aves, y tras las epidemias sucedidas en Asia en 2004 y 2005 comenzó a matar humanos. Si bien la transmisión de persona a persona es limitada, se mantiene el peligro que aparezcan brotes donde mueren humanos, porque con el estado actual de conocimiento del virus, no se sabe bien si éste ha mutado y si se producirá una pandemia. Según la Organización Mundial de la Salud:
"El agente causal, el virus H5N1, ha demostrado ser particularmente tenaz. A pesar de la muerte o el sacrificio de unos 150 millones de aves, hoy en día el virus se considera epidémico en muchas partes de Indonesia y Vietnam, y en algunos lugares de Camboya, China, Tailandia y quizá también la República Democrática Popular Lao. Probablemente se tardará varios años en controlar la enfermedad en las aves de corral."
Esta semana los ojos están puestos en China: la muerte de una mujer de 19 años a causa del virus ha desatado la alarma, porque manipulaba aves en un mercado donde ningún animal había manifestado la enfermedad. Seguro que nuevamente muchas aves serán "sacrificadas" para evitar el contagio hacia los humanos. Ante esta situación las preguntas son, primero, cómo se hará el "sacrificio" y segundo, cómo se podría evitar el brote y los contagios.
Todos recordamos con horror las escenas del 2005, en que el "sacrificio" de las aves consistía en arrojarlas vivas a hogueras que calcinaban sus cuerpos, sospechosos de portar el virus. Ante el reclamo mundial, se "humanizó" la matanza de las aves ahogándolas en contenedores de CO2.
Hoy no podemos estar seguros de si la matanza se realizará de manera más o menos salvaje, y sólo un nuevo reclamo -mediante las denuncias correspondientes- podría intentar mejorar la situación para los pobres animales.
Una cosa es cierta: todos los contagios a gran escala suceden cuando los humanos manipulan aves enfermas. Además, las aves se contagian particularmente cuando están hacinadas en grandes números. Pensemos no solamente en los mercados de China, sino también en las explotaciones de aves en todo el mundo, donde son hacinadas para su engorde y matanza.
Es bien sabido que las granjas industriales son verdaderos caldos de cultivo para todo tipo de enfermedades animales que sólo se mantienen a raya a punta de alimentar a los animales con cócteles de antibióticos. Si los médicos recomiendan a las personas no abusar de éstos medicamentos es porque crean resistencia bacteriana.
Si el abuso de antibióticos es peligroso, ¿por qué no se establece la misma medida preventiva en las granjas factoría? ¿Por qué se da tanto antibiótico a los animales en su alimentación, agua o mediante inyecciones? Porque si no se hace los animales se enferman y se contagian entre ellos muy rápidamente por el hacinamiento.
Además, aunque el animal no contagie en vida, puede contagiar post mortem, y el contagio puede llegar a ser mortal: la Encefalopatía Espongiforme Bovina (o "mal de las vacas locas"), la brucelosis, la salmonelosis y la triquinosis son enfermedades zoonóticas cuya principal fuente de contagio y expansión son las granjas industriales.
De los datos anteriores, sólo podemos invitar a reflexionar y considerar seriamente las consecuencias que la cría industrial y el consumo de animales tiene para la salud humana y para el medio ambiente. Las granjas donde se crían los animales de donde se sacan los bistecs y las alitas de pollo, no sólo son infiernos de sufrimiento animal, también son un foco infeccioso peligroso tanto para los animales no-humanos como para los animales humanos.
Ver también: preguntas frecuentes sobre la gripe aviar (OMS).
Fuente imágenes: Feral Scholar, Bird Flu Focus, Whyfiles.