31 Mar 2006

¿Quiénes son los ecologistas?

Por Fabiola

La etiqueta "ecologista" evoca en la mente de muchos la imagen de un melenudo setentero fumando cosas del demonio. Treinta años más tarde, hay muchas formas de ser ecologista, desde el capitalismo verde al ecoterrorismo: ¿te identificas con alguna de ellas?

Como movimiento que se preocupa de las relaciones de los seres vivos con su ambiente, el ecologismo es para sus cultores una forma de pensar y de vivir en el mundo. Desde que en 1948 Aldo Leopold publicara en su "Sand County Almanac" sus percepciones sobre la relación del hombre y la biosfera y luego en 1962 Rachel Carson publicara su "Primavera Silenciosa" contra los efectos de los pesticidas, los revolucionarios que los han seguido no se cansan de reformular sus postulados y de reinventar los objetivos de su lucha.

Para algunos la actitud ecologista resulta en general antisistémica y antiprogreso, y por eso en muchos casos los ecologistas resultan odiados, ignorados, perseguidos, ridiculizados ... por lo menos no dejan indiferente a nadie :-) Entre unos ecologistas y otros podemos encontrar formas paradigmáticas de pensar, de vivir su vida y de molestar al resto encarándoles lo feo y lo malo de la acción del hombre en el planeta. En la ecología y los movimientos verdes hay facciones: hay quienes critican el sistema económico capitalista, y quienes lo reformularían en pos de las necesidades medio ambientales. A grosso modo y digamos, "de derecha a izquierda", se encuentran:

  1. El capitalismo verde o ecologismo democrático.
  2. Los ecólogos reformistas.
  3. El ecosocialismo.
  4. El ecologismo libertario.
Veamos quién es quién en esta historia:

1. Capitalismo verde / Ecologismo democrático

Para el capitalismo verde o ecologismo democráctico, los objetivos del sistema (desarrollo y crecimiento económico) no deben reñirse con el medio ambiente porque con ello actuamos contra los intereses humanos; de modo que la premisa de planificación y acción es quien contamina, paga. Esta es la vertiente que podemos ver operacionalizada en el Protocolo de Kyoto y que enmarca la acción de diversos grupos preservacionistas y conservacionistas del medio ambiente, para quienes es necesario preservar zonas intocadas o santuarios en los que la naturaleza desarrolle sus fines elementales, en función de los intereses humanos. Manejo "sostenible" es el tema.

2. Ecólogos reformistas

Cerca de los capitalistas verdes, pero en una versión un poco más dura, tenemos a los ecólogos reformistas, para quienes los cambios debieran trascender las reformas públicas y privadas para situarse en la responsabilidad de las personas como consumidores y en la educación medio ambiental. Temas como el consumo responsable, el bienestar animal y/o la disminución de los recursos naturales son preocupantes en función, nuevamente, de los intereses humanos. De ahí se fomenta el involucramiento de empresas como cuidadoras del medio ambiente y/o de causas de ayuda humanitaria o de justicia social (bancos ecológicos, grandes transnacionales apoyando a los refugiados en zonas de conflicto o a enfermos de sida, etc.)

3. Ecosocialistas

Rompiendo con los paradigmas anteriores se encuentra el ecosocialismo, para quien el sistema capitalista de desarrollo y crecimiento es el responsable por la crisis ecológica global; y sitúa el problema en términos de límites: el hombre de la sociedad moderna capitalista vive en el permanente consumo innecesario de miles de artículos. Los recursos naturales son finitos, por lo que deberíamos actuar en consecuencia y redefinir las prioridades de consumo a nivel mundial en un intento de autolimitación, el que sería incompatible con la lógica capitalista de acumulación de stock. Por ello, el ecosocialismo sería una manera de reformular las relaciones entre sociedades, personas y medio ambiente; donde se potencia la pluralidad de comunidades ecológicamente sustentables, prescindiendo de la figura de una superpotencia globalizante -tanto económica como culturalmente-, asi como también se defienden los derechos animales. En el año 2001 han publicado su Manifiesto Ecosocialista. Algunos de los ecosocialistas también podrían considerarse parte del ecofeminismo, que critica las bases no sólo capitalistas de la sociedad, sino que las denuncia como hechas a medida de los hombres; de modo que junto a una reivindicación político-económica del ecologismo busca su superación (desde lo simbólico-cultural) para establecer una sociedad más justa también en términos de género.

4. Ecologismo libertario

Los ecologistas más radicales incluyen el ecologismo libertario, que promueve un cambio completo de hábitos de consumo y de transformación económico-productiva, pero principalmente, potencia un cambio de conciencia planetaria. Dentro de éste podríamos diferenciar la ecología profunda y el primitivismo. La ecología profunda o Deep Ecology Movement se perfilaría como un movimiento que busca el reconocimiento del hombre como parte de un cosmos natural. No niega ni minimiza el papel del ser humano en la evolución, sino que por mor de ésta importancia, le adjudica responsabilidad en la forma como se relaciona con el mundo. De ahí que pregoniza la igualdad biocéntrica entre los diferentes sistemas vivos de la tierra: el hombre, los animales, los paisajes y ecosistemas. La ecología profunda establece una suerte de metafísica de la naturaleza, en que cada parte cumple su rol, y en que las esferas humanas (cultura, economía, religión) deben respetar el valor intrínseco "vida" del resto de entidades en el mundo. También llama a un cambio en los patrones de consumo y a un cambio de conciencia en que todos nos sintamos parte integrante y viva de la naturaleza (humana y extrahumana). Podríamos situar acá el movimiento de liberación animal, que pregoniza el valor inherente de los animales por sí mismos (ya no en función de los intereses humanos) con los que deberíamos re-aprender a vivir; junto a las otras entidades naturales (paisajes, ecosistemas, etc.). Una vertiente más radical aún, que va contra la cultura humana hasta hoy establecida, pero sobre todo contra la tecnología, es el primitivismo. Para éste no es posible una superación de la crisis actual sin una "vuelta atrás" en que sociedad, cultura y tecno-ciencias no habían esquilmado a la naturaleza de sus bienes, ni al hombre de su libertad. Por ello preconizan la desindustrialización y el abandono de la tecnología para volver a una situación en que hombre y naturaleza "eran uno solo".

Independiente de otras críticas que se puedan hacer a este movimiento en particular, creo que la satanización de la ciencia y la tecnología, y la "vuelta atrás" se constituyen como un ideal romántico que poca justicia hace a los avances que la inteligencia humana ha podido desarrollar a través de las tecnociencias como herramientas. Sin embargo, la crítica a la alienación, la super-tecnificación y las negras consecuencias que han traído al ser humano, la sociedad, los animales y el medio ambiente son hechos que no podemos soslayar, ni mucho menos, conformarnos en su mera constatación. No tiene sentido quejarse sobre "lo terrible del calentamiento global" mientras sacamos el coche para ir al supermercado de 6 calles más allá...

 

 


Independientemente de si adherimos o no a alguna de estas tendencias, la crisis ecológica a nivel global nos exige actuar para poder disfrutar de la naturaleza, de la vida y del medio ambiente de la mejor manera que nuestro esfuerzo nos permita. Somos cien por ciento responsables de nuestra huella ecológica (puedes calcularla aqui) y de nuestra acción en el mundo a nivel macro y a nivel micro. Eso no podemos negarlo.

 

Pregunta: y tú, ¿te identificas con alguna de estas corrientes? ¿qué tipo de ecologista eres tú?