9 Mayo 2008

Catástrofes naturales y protección animal

Por Fabiola

Las catástrofes naturales, como tifones, huracanes, terremotos, maremotos, tormentas, etc. siempre han amenazado y devastado al hombre y la sociedad. Estos fenómenos, intensificados hoy en día por los cambios en el clima, siembran la debacle social y el caos, mientras los gobernantes deciden rápidamente qué estrategias operacionalizar para no perder vidas humanas... ¿pero qué pasa con los animales, tan víctimas como los humanos, de estas tragedias?

Gracias al huracán Katrina el 2005, y ahora mismo con la tragedia de la erupción volcánica en Chaitén (Chile) nos llegan imágenes terribles de personas siendo evacuadas y obligadas a dejar atrás a sus compañeros de vida: sus animales. Los gobiernos y los planes de emergencias no están preparados para contabilizar entre sus beneficiarios a los animales no humanos. Pero sería hora que comiencen a hacerlo, pues un grueso de la población comienza a movilizarse por estos objetivos, y no pasará mucho tiempo antes de que comencemos a reclamarlo como un derecho -animal, o incluso humano- más.

Un ejemplo claro de esta movilización por las víctimas más olvidadas pudimos presenciarlo tras el huracán Katrina: voluntarios de la Humane Society de EE.UU y de PETA, uniformados y bien organizados, desplazándose entre las aguas pútridas y la devastación del huracán, para rescatar a los que no caben en las listas oficiales de heridos ni damnificados, pero que sienten tanto dolor, temor, hambre y sed como cualquiera de nosotros.

En Estados Unidos la gente se unió para pedir a sus gobernantes un plan de emergencia frente a catástrofes que considere a los animales, plan que contempla espacio para que los animales sean transportados con las personas (y entrenamiento a los agente encargados de este tema), albergues adaptados para ellos, y el destino de recursos para alimentación, cuidados médicos de emergencia, etc. Este plan está aceptado en los estados de Florida, Hawaii, Louisiana, Maine, New Hampshire, New Jersey, Vermont... ¿qué esperamos nosotros para pedir un poco de compasión y solidaridad con los animales no humanos?

Los animales sufren la violencia de la naturaleza allende la violencia de las personas: ¿acaso no podemos utilizar nuestras herramientas más poderosas, la inteligencia y la voluntad, para movilizar esfuerzos que busquen el bienestar de todos, sin importar su raza ni su especie? Si los voluntarios en Israel y el Líbano son capaces de superar sus diferencias para ir en ayuda de los animales que lo necesitan, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros?

A modo de ejemplo de la experiencia que van ganando al respecto en Estados Unidos, les dejo con estos puntos a considerar frente a una emergencia con animales:

Si puedes llevarte a tu animal:

  • Si es posible, no abandones a tus animales. No hay manera de saber qué pasará con tu casa, y no podrás retornar en días o semanas. Los animales abandonados se malnutren, deshidratan o mueren por accidentes de estructuras. Pueden herirse o escapar por el miedo y perderse.
  • Todos los animales deben estar identificados. Lleva siempre contigo fotos recientes de tu animal, como lo harías con las de tus hijos.
  • Pega un sticker en una puerta o ventana visible desde el exterior, por si hay una emergencia cuando no estés en casa. El sticker deberá alertar que hay animales en la casa que necesitan ayuda, cuántos son y sus posibles escondites.
  • Ten a mano un kit de emergencia para animales: arnés y/correa, botella de agua, potes para comida y agua, comida seca, una manta y su cartilla sanitaria. Esto te ayudará a salir rápidamente con el animal, o ayudar a algún animal que encuentres y que lo necesite, y también podrás certificar su estado de salud frente a algún inconveniente.

Si no puedes llevarte a tu animal:

  • Nunca dejes al animal afuera de casa o en un vehículo. Déjalos en un área segura dentro de tu casa.
  • Déjales alimento seco y agua para al menos diez días, llenando cada pote u olla de casa con agua y otros tantos con comida. También es recomendable dejar la tina con algo de agua, lo suficiente para que el animal no se ahogue.
  • Deja una pegatina en tu ventana, que diga cuántos y qué tipo de animales son los que hay en casa.
  • Si no puedes volver a casa, contacta a un vecino o amigo que visite a los animales tan pronto como sea posible. Instrúyelos sobre su cuidado.

Fuentes: PETA, HSUS.