Entre mis lecturas medioambientales, los escritos del filósofo español Jorge Riechmann son básicos. En uno de sus textos, encontré un excelente artículo del escritor bávaro y fundador de Los Verdes alemanes, Carl Amery.
En él, Amery reconoce siete maneras de "hacer frente" (o mejor dicho, "no hacer nada") frente a la crisis ecológica mundial. En palabras de Riechmann: "humor negro, pero del más serio". ¡Que lo disfruten!
Como manera de ignorar la fatalidad, antiguamente los tiranos hacían matar a los portadores de malas noticias. La misma cosa sucede hoy con las denuncias ecológicas; perdidas en el mar de la sobreinformación al que nos exponen los medios de comunicación. Acá, al mensajero no se lo asesina, sino que se lo dejar morir entre noticias y aconteceres
de mayor relevancia.
Como la
profetiza ignorada de los griegos, los ecologistas gritan, se mesan los cabellos y hacen escándalos. Todo eso no es serio. Cuando los empresarios y gobernantes predicen que todo intento de frenar el desarrollo es una forma de
primitivismo, están calumniando a Casandra.
Es el caso del chaval que, como no ha hecho los deberes, reza a Dios para que la escuela se incendie, o por lo menos, le dé un infarto al maestro cinco minutos antes de que empiece la clase. Actitud practicada respecto a la gestión de los residuos nucleares.
Como su dipsomanía se agrava, se divorcia de la propietaria de la cervecería, pero sólo para casarse con la viuda de un productor de orujo. Es exactamente el mecanismo de los iluminados que proponen relanzar la energía nuclear como "remedio" contra el "efecto invernadero".
El borracho que busca la llave
Está buscando la llave debajo del farol, aunque se le ha caído en un lugar oscuro veinte metros más allá, porque debajo del farol hay más luz. El 90% de las supuestas "soluciones" a la crisis de la sociedad productivista, militarista y patriarcal se ajustan a este modelo (ej: rearme y más rearme para evitar las guerras).
El cirujano desesperanzado
Le ha abierto la barriga al paciente, ha encontrado un tumor tan avanzado que ya no puede operarlo, asi que cose el vientre del paciente, le dice que todo va bien y le receta una dieta ligera y aspirinas. Los gobernantes más lúcidos (lo que no quiere decir mejores) se ajustan a este modelo.
Con ritos elaborados y magias primitivas promete mejorar la situación: generalizar los catalizadores de tubos de escape de los coches en lugar de emprender una reorganización del sistema público de transporte que lo priorice frente al automóvil privado, es de este tipo de situaciones. La repetición de "conjuros" como desarrollo sostenible, compatibilidad entre crecimiento y protección del medio ambiente son parte del arsenal rutinario del chamán.
Fuente: Libro "Un mundo vulnerable. Ensayos sobre Ecología, Ética y Tecnociencia". Jorge Riechmann. Ed. Catarata, Madrid, 2005. Páginas 59 y 60. Fuente imágen: Wikimedia Commons.