Se acerca nuevamente el día de la Madre, donde los humanos celebramos a las mujeres que nos dieron todo con el hecho de concebirnos y parirnos al mundo. En esta fecha importante quiero invitarlos a pensar también en esas maternidades de las que nos aprovechamos egoístamente: la maternidad de vacas, gallinas, cabras, cerdas, etc. que son explotadas por su leche o por la carne de los cuerpos de sus hijos... Así de mal estamos, que mientras celebramos el valor de unas, condenamos a otras madres y sus hijos a un verdadero infierno por excusa de las falsas necesidades que nos crea una industria despiadada...

Cordero o cerdo lechón (o lechal), ternero o ternera, leche, pieles y carnes tiernas... ese es el saldo que nos interesa de las maternidades animales. Superponiendo nuestro interés a sus necesidades e instinto, con nuestro dinero vamos pagando para que un sistema de granja industrial explote y maltrate a los animales, donde las madres son separadas de sus críos apenas nacen, donde las hembras son artificialmente inseminadas para que produzcan críos y leche para consumir. 

¿Es posible que estemos tan ciegos y centrados en nuestro ombligo, que seamos incapaces de ver esta realidad?

En este dia quiero invitar a todos los que celebran a sus madres, a pensar en las otras madres, las miles de millones que están encerradas en inmundos pabellones, en circos, en zoos,  lejos de la mirada del público aséptico, que son diariamente separadas de sus críos, asesinadas, mutiladas, violadas y sacrificadas en el altar de las "necesidades humanas". Y lo escribo entre comillas porque es una mentira que nos tragamos a diario, porque no necesitamos de la leche de una vaca para obtener calcio, ni mucho menos necesitamos de los músculos de los animales para estar sanos y obtener proteínas. Ni hay que mencionar que no necesitamos secuestrar a los animales de sus hábitats para aprender sobre sus vidas, ni mucho menos necesitamos enseñarles estúpidos trucos para que nos entretengan. Su sola belleza y exoticidad ya es extasiante para un espíritu atento.

Lo que más necesitamos para ser libres y decidir, es la información y tomar decisiones éticamente responsables. NO sigas apoyando la explotación animal, no dejes que se siga abusando sistemáticamente de madres e hijos. Ese es el mejor regalo que podrías darle a tu madre, a tí, a tus hijos, a las madres de todas las especies, al planeta.

Fuente imágenes: Kwerfeldein, Tarotastic, Jenny Downing, Chico Manobela.