Sin tomar en cuenta el CO2 emitido por el aumento de los viajes y la fiebre por los regalos de estas fechas, un reciente estudio de la Universidad de Manchester afirma que, además, sólo la cena navideña incrementa las emisiones de CO2 en una cantidad equivalente a 6.000 desplazamientos en coche.

Académicos de la Universidad de Manchester estiman que preparar una cena para 8 personas genera una emisión de 20 kilos de dióxido de carbono.

Los ingredientes incluidos en el estudio fueron: pavo asado relleno, patatas doradas, vegetales, salsa de arándanos y otros acompañamientos.

Los investigadores asumieron que un tercio de los británicos consume esta cena típica de Navidad, lo que implica que la nación completa genera el equivalente a 51.000 toneladas de dióxido de carbono. El líder de proyecto, profesor Adisa Azapagic dice:

"La producción de comida y su preparación es responsable de 3/4 de la huella total de CO2, y la proporción más grande -un 60%- se relaciona con el ciclo de vida de los pavos. Esto incluye las emisiones de CO2 por el consumo de energía para criar, engordar y sacrificar a los pavos, y las emisiones de metano y óxido nitroso generadas por las actividades agrícolas relacionadas a la crianza de pavos."

En el estudio se midieron todas las fases y etapas de producción: la crianza de los pavos, el crecimiento de los vegetales, el almacenamiento y transporte, la compra, cocción, preparación de los alimentos y el manejo de los residuos y la basura.

Solamente la salsa de arándanos, normalmente importada desde EE.UU, contribuye con el 50% de la cuota de emisiones por transporte.

La investigación se ha realizado como parte del proyecto "Cálculos de Carbono en el Ciclo de Vida de las Actividades Industriales" de la misma Universidad. Recientemente se han concedieron un millón de libras esterlinas para las investigaciones que desarrollen una metodología comprehensiva y herramientas de software que estimen las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero para diferentes sectores industriales de Gran Bretaña.

De más está mencionar que una opción respetuosa, generosa y saludable en esta Navidad es preparar una cena sin carne, con verduras y vegetales de estación de mercados locales, y con regalos conscientes que no aumenten el consumismo y la individualidad. Desde Ecosofía, les invitamos a reflexionar desde estos datos, y repensar una fiesta que sea justa y compasiva para todos los seres vivos: nosotros, los animales no humanos y el planeta.

Fuente: Guardian Unlimited "Huge Carbon footprint of Xmas food". Fuente imágenes: Jason Cartwright.