Cuando nos planteamos vivir con un animal, la respuesta popular a la pregunta sobre cómo adquirirlo es: comprarlo. Sin embargo, la compraventa de animales es una alternativa cruel e irresponsable, por los argumentos que expongo a continuación. Frente a esto, una alternativa cada vez más ponderada es la adopción. Veamos ambas alternativas para quienes hayan tomado la decisión de acompañar su vida con un animal "no humano" ...
Hoy se habla mucho de la tenencia responsable de animales de compañía. Con ella se busca la convivencia armónica entre personas, animales y sociedad; porque los dueños, al hacerse responsables de su animal de compañía, contribuyen directamente al bienestar de la comunidad. Concretamente, la tenencia responsable implica proveer al animal de los dispositivos básicos para su bienestar: salud, alimentación adecuada, espacio de descanso protegido de las inclemencias del tiempo, espacio para eliminar sus residuos, recreación y cariño. Además, contempla la dedicación de tiempo y espacio de parte de sus dueños para con el animal, en busca de un refuerzo armónico de las relaciones entre ambos. En nuestras ocupadas sociedades, un animal bien mantenido no tiene porqué dar problemas en casa, y siempre será un oasis de felicidad y cariño para las personas con las que vive. Aquí planteo una serie de preguntas que debemos hacernos siempre antes de llevar un animal de compañía a casa.

Los perros y gatos excesivos en las calles se convierten sistemáticamente en un problema que las administraciones coinciden en llamar de salud pública y que tienen dos soluciones: eutanasia o esterilización. Si bien es cierto que los animales que viven en las calles son proclives a desarrollar enfermedades transmisibles al ser humano (enfermedades zoonóticas), hay razones éticas y económicas por las que la esterilización es mucho más conveniente que la eliminación de animales por envenenamiento o eutanasia.
Es increíble la cantidad de veces que el ciclo se repite... y siempre vuelve a llegar el famoso mail de los Gatos Bonsai o Bonsai Kittens. La idea es insólita: un email te cuenta de un sitio web que describe detalladamente el "arte" de embotellar gatos, y el morbo de quien se entera es tal, que termina entrando en el dichoso sitio...
"Hijo de perra", "eres un gorila", "perro sarnoso", "¡bestia!", "¡pavo!", "es un animal", "¡qué mula!", "¡los tratan como animales!", "es un gallina" ... y un largo etcétera. Ocupamos todos estos apelativos cuando el propósito del mensaje es degradar, ofender o denigrar a otra persona. De hecho, en algunas épocas de la historia ha sido frecuente simbolizar al enemigo o al "mal" a través de figuras animales: los bolcheviques eran un monumental gorila negro sediento de sangre para los fascistas alemanes. Curiosamente a la vez, los alemanes eran el mismo gorila para los yanquis, como pueden apreciar en este afiche de la I Guerra Mundial.
El listado que ofrezco a continuación, es una adaptación del listado original de PETA sobre empresas que NO experimentan con animales, en industrias como la cosmética o de productos de aseo que normalmente si lo hacen. (Ver artículo Experimentación con Animales). La presente lista está adaptada a empresas que venden productos en Chile. Estos productos aparecen nombrados entre paréntesis.
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