La única opción que tenemos para no empeorar el efecto invernadero y reducir las emisiones de CO2 al medio ambiente es ahorrar el consumo energético. La estrategia para el ciudadano común se podría reducir a cuatro palabras: reduce, apaga, recicla y camina. Aqui, algunas ideas clave para iniciar un movimiento de cambio desde nuestra propia vida diaria.
Energía
Para bien o para mal, pasamos una larga parte del día en un lugar de estudio o trabajo, donde podemos también evitar ensuciar menos y ahorrar energía. El punto a favor es que muchas veces es fácil convencer a tus compañeros o jefes de tener un menor impacto ambiental, porque casi siempre ensuciar menos, reciclar y reutilizar es también ahorrar. La idea de este artículo es compartir consejos al respecto, yo pondré algunos ... ¿se te ocurren otros?
Si las energías limpias tuvieran más ventajas económicas en el corto plazo que sus costos de producción; serían de momento, más numerosas y frecuentes en la provisión energética mundial. Pero como aún son caras de producir, mientras algunos países invierten en investigarlas; otros siguen produciendo a base de energías no renovables.
Siguiendo con las energías renovables, hoy conoceremos la energía geotérmica, que es la energía que emana del calor de la tierra. Volcanes, géiseres, aguas termales y zonas de gran actividad tectónica son las indicadas para extraer este tipo de energía de las aguas, vapores y rocas calientes que las componen.
La energía eólica es la energía producida por el viento, una de las primeras fuentes renovables de energía utilizadas por el hombre. Desde temprano en la historia de la humanidad, el viento fue usado como fuente de energía (motriz para las embarcaciones o en los molinos de bombeo de agua o de molienda). Hoy se explora su uso para producir electricidad.