La jardinería de guerrilla es una forma de reverdecer los espacios públicos abandonados, sitios eriazos y otras fealdades urbanísticas. Existen varias tácticas de guerrilla de jardinería: la acción directa, que consiste en coger un grupo de plantas resistentes y apropiadas para el terreno baldío que queremos enverdecer, y plantarlas durante la noche, en una operación comando; o las bombas de semillas.

En el caso de terrenos inaccesibles, podemos ocupar "bombas de semillas", que pueden ser lanzadas a distancia. Una bomba de semillas se fabrica utilizando tres ingredientes: arcilla, tierra de hojas (o tierra apropiada para plantar) y por supuesto, las semillas. Se amasa una capa delgada de arcilla del tamaño de un panqueque, que luego cubriremos por ambos lados de tierra y luego incrustaremos las semillas, suavemente, en la tierra. Este panqueque de arcilla, tierra y semillas se enrolla, para finalmente cortarlo en pequeños trozos que transformaremos en bolas, que serán las "bombas".

La táctica para esparcir las bombas es el lanzamiento a distancia por sobre la reja o vallado que proteja el terreno eriazo. Para un terreno de gran extensión podemos valernos de una raqueta de tenis y un potente saque que no desintegre la bomba.

Esto funciona, por supuesto, en lugares donde haya suficiente irrigación o lluvias. Muchos terrenos vacíos permanecen por años en esa condición, dando suficiente tiempo para que las semillas broten, y veamos cómo el fruto de nuestro bombardeo mejora el paisaje de la ciudad.

Un video instructivo (en inglés) explica más en detalle el proceso.

Fuente: Fresh Cut, Guerrila Gardening