Israel y El Líbano: solidaridad en la guerra
Por FabiolaOrganizaciones del Líbano e Israel están ayudando a las víctimas más injustas y desvalidas de la guerra: los animales abandonados, heridos y hambrientos que deambulan por sus calles. Activistas y voluntarios de sendas organizaciones (BETA y Hakol Chai) están ayudando a los animales, rescatándolos de la zona de fuego y llevándolos a refugios y casas temporales en zonas más seguras, mientras arriesgan sus vidas para socorrer a estas víctimas que no figuran en las estadísticas.
Una esperanzadora luz se abre frente a lo que planteaba en un artículo anterior. En un escenario de devastación, muerte y destrucción; los animales abandonados por los evacuados, los que previamente no tenían casa, animales de granjas y zoos están recibiendo una más que necesaria y urgente ayuda de parte de las organizaciones animalistas libanesas e israelíes.
BETA (Beirut for the Ethical Treatment of Animals) del Líbano con el apoyo de PETA, está ayudando a los animales entrando en la zona de fuego del sur del país, para rescatar a los animales heridos, proveer de estaciones de alimentación a los animales que deambulan en las calles, y rescatar animales de los edificios destruidos. La gran mayoría de ellos, con el ruido de las detonaciones y bombas, se han desorientado, y vagan hambrientos y sedientos en espera de una mano amiga que les brinde un poco de ayuda. Los voluntarios de BETA declaran que:
“En 31 días, 25 perros han entrado al refugio, mientras el gatil ha acogido a 34 gatos y algunos primates. A todos ellos se les han puesto las vacunas necesarias, tratamiento antiparasitario y antipulgas, y el tratamiento sanitario necesario en casos de heridas y traumatismos.”
Por su parte, CHAI/Hakol Chai (Concern for Helping Animals in Israel) ha distribuido más de cuatro toneladas de comida para perros, gatos y dispensadores de agua para la zona de fuego, ubicada en el norte de Israel. Sus voluntarios trabajan durante la noche, en el rescate y alimentación de los muchos perros, gatos -e incluso loros, conejos y pollos- que en el mejor de los casos, deambulan por las ruinas. Otros animales, menos afortunados, han debido ser rescatados de jaulas y sogas de amarre, en profundo estado de shock, desnutrición y deshidratación. Para Yadin Elam, director de la organización, la participación de la población es fundamental:
“Urgimos a los residentes en la línea de fuego a que nos llamen y no se limiten a dejar atrás a sus animales de compañía si deben hacerlo. Estamos aquí para ayudar! Encontraremos hogares temporales para sus animales de compañía. Por favor, demuestren el mismo cuidado y compasión con su animal de compañía que como lo harían con otros miembros de su familia.”
La estrategia para ambas organizaciones consiste en el rescate de los animales, su posterior ubicación en casas temporales hasta que reaparezcan sus familias, y buscarles casas adoptantes donde puedan rehacer sus vidas. Porque en una cosa ambas organizaciones están de acuerdo: que las víctimas más sensibles e injustas de una guerra son estos animales, porque aún siendo los niños víctima injustas, ellos no son presa, además, de una lacra que el ser humano vierte sobre el resto de seres vivos: el especismo. Por este motivo, los animales no humanos, "las víctimas desconocidas" de una guerra no le importan a nadie. Pero sí les importan a los miembros de estas dos organizaciones, ejemplos loables de entereza y generosidad en tiempos especialmente difíciles para ellos.
Pincha en los enlaces para saber cómo apoyar a BETA y cómo apoyar a Hakol Chai.
Fuentes: BETA, Hakol Chai. Fuente imágenes:Hakol Chai, PETA.