Sólo en Cataluña se usan 14 millones de bolsas plásticas cada semana. Por ello, la Fundación para la Prevención de los Residuos y el Consumo Responsable han comenzado la campaña "Cataluña libre de Bolsas de Plástico", que busca impulsar un impuesto ecológico al uso de bolsas de plástico y educar a la ciudadanía que la bolsa de plástico es innecesaria y sólo una modificación de nuestros hábitos podría aliviar de esta carga de basura al planeta.

La bolsa plástica es el producto de la cultura de lo desechable o "usar y tirar" tan arraigada en esta sociedad. Sólo en Cataluña se usa una media de 5,4 bolsas por familia y semana en cadenas comerciales. Se generan anualmente unas 2.600 toneladas de bolsas de basura.

Las bolsas plásticas están hechas de un derivado del petróleo, que es un recurso no renovable. Su reciclaje es escaso y costoso energéticamente, la majoría de ellas se terminan incinerando, causando igualmente polución ambiental. Las que no se incineran, terminan en la basura "normal", y demoran entre 400 y 1000 años en descomponerse, por lo que afectan gravemente al medio ambiente y provocan la muerte de miles de animales silvestres y domésticos cada año.

Nos encontramos actualmente con un consumo abusivo e injustificado de bolsas plásticas, que tienen una corta vida (promedio de 12 minutos), se malgasta gran cantidad de agua y energía, además del costo ambiental de la explotación del petróleo y la acumulación de un producto no biodegradable.

Es necesario, a estas alturas de la crisis ambiental, un proceso de debate y reflexión entre todos los agentes sociales, económicos y de gobierno, para aplicar soluciones a este problema, porque lo mejor de todo es que la bolsa plástica es fácilmente sustituible por otros sistemas reutilizables: bolsas de tela, canastas, cajas, carritos, etc.

Si cada persona rechazara una bolsa plástica, ahorraría la emisión de 117 toneladas de CO2 a la atmósfera, o se podría ahorrar tanta energía como para poder hacer 22 vueltas a la tierra en auto.

A nivel de gobierno, se promueven dos medidas: que el Gobierno catalán regule el consumo indiscriminado y gratuito de bolsas de plástico, aplicando un impuesto ecológico de 0, 20€ por bolsa (unos 30 centavos de dólar o 160 pesos chilenos) a partir de enero del 2009. Otra moción es escribir para solicitar a los municipios locales que se declaren "libres de bolsas plásticas" y que fomentarán esta medida, así como medidas educativas en la población y los comercios para evitar el uso de bolsas plásticas.

Todo un ejemplo para el resto de países, especialmente de Latinoamérica donde incluso el reciclaje o la separación de residuos es más un sueño que una realidad.

Más información: Cataluña Libre de Bolsas (en catalán). Fuente información e imágenes: Fundación para la Prevención de Residuos y Consumo Responsable (en catalán).