La accidental muerte de Steve Irwin, el mundialmente famoso "Cazador de Cocodrilos" de Animal Planet; paralizó por un momento el vértigo televisivo para captar toda la atención mediática mundial. Su tragedia personal fue morir a causa de la picadura de una mantarraya mientras grababa uno de sus bizarros programas... no le podía suceder eso a un hombre tan amante de la naturaleza, creador del más grande zoo de Australia y de la fundación Wildlife Warriors y que se codeaba a diario en sus programas de TV con los reptiles más temidos del planeta. Sin embargo, sus métodos poco ortodoxos y su rutilancia mediática han sido fuertemente criticados por muchos ambientalistas y animalistas del mundo, entre ellos, PETA. Acá, una traducción del artículo publicado en HelpingAnimals.com.

Steve Irwin: no es un verdadero Wildlife Warrior

Como la preservación del hábitat y la conservación de la fauna tienen cada vez más importancia mundial y más cobertura mediática, muchas personas han aprovechado esta oportunidad para autonombrarse como “embajadores” de la fauna. Muchos de estos “wildlife warriors”, como Jack Hanna, Jarod Miller, Jim Fowler y los actuales Steve Irwin y Marlon Perkins, han basado sus celebridades mostrando animales salvajes en películas, TV, revistas y otras plataformas. Aunque sus supuestos mensajes empáticos con la protección de los hábitats y la conservación de las especies en peligro son parte de sus objetivos, usualmente sus acciones son contradictorias con estos fines.

Mientas estos guerreros educan al mundo sobre los problemas de la fauna y la importancia de la protección de los animales con los que compartimos el planeta, todo mensaje positivo se pierde cuando los presentadores explotan y acosan a esos animales que necesitan ser protegidos. Encerrar animales para llevarlos a los estudios televisivos o emboscar a cocodrilos con cuerdas, cintas y cámaras fotográficas o de video obliga a la gente a conocer a los animales desde una perspectiva invasiva, y peor aún, incita al deseo de “tener” algún ejemplar como “mascota”, instigando al cruel negocio (o tráfico) de animales exóticos.

Estas “celebridades” trabajan más para aumentar sus egos o satisfacer a sus audiencias que para promover la educación sobre los animales. El público ¿realmente necesita a alguien tirando a una asustada serpiente fuera de su cueva y mostrándola luego colgando de una vara, para entender cuán importante y éticamente imperativo es proteger y respetar a los animales?

¿Biólogo de la Fauna o Estrella de Hollywood?

Aparecer en programas televisivos, en programas de conversación, conferencias y eventos públicos sujetando animales (e incluso cachorros que debieran estar con sus madres) es un hecho completamente innatural y estresante para los animales. Muchas celebridades de la fauna exhiben y usan animales para satisfacer a sus audiencias, y generalmente se asesoran de ayudantes con pocos conocimientos acerca del cuidado de los animales. Los autodenominados “Wildlife Warriors” hacen su vida a costa del maltrato y el acoso a los animales, impulsando sus propios negocios con la naturaleza. Los hogares de los animales son invadidos, la vida en sus nidos y refugios interrumpidos, y ellos son jalados de las colas y orejas, acosados, entrampados y forzados en una invasión física de sus espacios individuales por un exhibicionista que salta y lucha con ellos en el suelo.

Los verdaderos expertos sobre la fauna salvaje, como Jean Michel Cousteau, detestan la idea de encerrar y acarrear animales para un show y exhibición, pues esto molesta e irrumpe la vida normal de los animales y sus hábitats naturales. Cousteau indicó que Irwin

“interfiere con la naturaleza, saltando sobre los animales, enganchándolos, sosteniéndolos, y teniendo toda esta muy espectacular y dramática forma de presentar los hechos. Por supuesto, esto va muy bien para la TV porque vende y atrae a un montón de gente, pero pienso que es muy engañoso. Tú no tocas la naturaleza, tú sólo te detienes a mirarla.”

PETA elogia a aquellos verdaderos guerreros de la fauna salvaje que trabajan diariamente para educar al público en la conservación y protección de los hábitats y de los animales salvajes, siempre desde el respeto a su privacidad y a los espacios que ellos necesitan y merecen.

¿Qué puedes hacer tú?

• No asistas a espectáculos donde los animales son expuestos y exhibidos de manera poco respetuosa con su naturaleza.
• Contacta a los canales de televisión y a los programas que muestran este tipo de actitudes con los animales, expresando tu oposición a ellos.
• Una de las mejores estrategias a seguir para educar al público es escribir cartas a los editores de los medios. Escribe a los periódicos de tu localidad para llamar la atención acerca de la crueldad que envuelve la captura y traslado de animales, por ejemplo, a pequeñas jaulas, en nombre de la conservación. Ninguna enseñanza, por más integral y/o moderna que pueda ser, debiera involucrar el sufrimiento, el stress y el sacar a los animales de sus hábitats naturales.

Fuente: Helping Animals. Fuente imágenes: Wikimedia Commons. Traducido por Ecosofía.org.