Desarrollo: ¿Sostenible?
Por FabiolaLa expresión es archiconocida para los ciudadanos del siglo XX. Nacimos y crecimos en una permanente invocación de esta fórmula -al parecer atávica, pero nueva en su planteamiento. Para ella, los sistemas económico-sociales han de ser reproducibles más allá del corto plazo (pensando en el futuro) pero sin deteriorar los ecosistemas donde se apoyan. Es decir: seguir reproduciendo nuestro sistema de vida sin alterar el medioambiente... ¿es eso posible? Personalmente, considero que desarrollo y sostenibilidad son dos propuestas incompatibles en el actual estado del sistema socioeconómico occidental.
Sustentabilidad
Sustentabilidad es viabilidad ecológica: eso quiere decir que un sistema económico es sostenible cuando es viable en su relación con el medioambiente. Nada más lejos de lo que sucede en el capitalismo, donde los sistemas de producción toman energía y recursos naturales, convirtiéndolos en productos que no son reabsorbibles por la naturaleza.
Pensemos solamente en la gran cantidad de desechos que producimos (por persona/casa, cada día, en cada país) y en la proporción de esos desechos que podemos reciclar/reutilizar/reabsorber para producir otros nuevos. Si miramos números podremos ver que, para el caso de los 5 millones y fracción de habitantes de Santiago de Chile, cada dia se produce 1 kilo de basura, lo que implica 6 mil toneladas de residuos sólidos -domiciliarios, es decir, dejamos fuera del cálculo los residuos industriales, hospitalarios y los escombros-. Según la CONAMA (Comisión Nacional del Medio Ambiente):
Los cambios en los patrones de consumo, asociados al aumento del ingreso han implicado un importante cambio en la composición de los residuos domiciliarios. Datos de la Región Metropolitana muestran una disminución de la composición de materia orgánica de un 74% a un 49,3% entre los años 1977 y 1992. Sin embargo, las cantidades de otros productos, como papeles y cartones, metales y vidrios, han aumentado en casi un 50%, mientras que la cantidad de plástico ha aumentado en más de un 500%.
Si bien hablamos sólo del caso de Santiago de Chile, podemos decir que este mismo fenómeno sucede a nivel mundial, donde los residuos de todo tipo son sepultados en rellenos sanitarios, acumulados en vertederos, una mínima parte es incinerado; pero gran cantidad de los residuos generados no pueden ser reabsorbidos por el medio ambiente sin generar más contaminación.
Consumo
Si bien en otro artículo mencioné la importancia en el cambio de los patrones de consumo, en este punto destacaré la importancia de superar el modelo de desarrollo y crecimiento económico capitalista, que no puede conciliar crecimiento y sostenibilidad medio ambiental. No cuando los residuos generan contaminación, ni pueden ser reabsorbidos o -incluso- pueden ser mortalmente contaminantes (como en el caso de los residuos radiactivos).
El modelo de desarrollo "hacia adelante", "progresista", que esquilma más recursos para producir más se contradice con la existencia limitada de recursos naturales, y con la limitación física del planeta. En palabras de Riechmann:
Las críticas ecologistas y ecosocialistas consideran que capitalismo sostenible es una contradicción en los términos porque hay rasgos muy básicos del capitalismo que lo hacen insostenible. Por ejemplo, es inevitable que los mecanismos de reproducción ampliada del capital (el crecimiento) choquen contra los límites físicos del planeta. Por otro, lado los pasos que se han dado institucionalmente hacia la sostenibilidad capitalista reposan en gran medida en la exportación de los daños ecológicos (llamados externalidades) a los países del sur. Si de una vez se asumieran estas externalidades desde dentro del sistema, probablemente ya no estaríamos ante un sistema capitalista.
En el actual estado de las cosas, ¿podremos creer en la ilusión del desarrollo sostenible? ¿Seguiremos creyéndo en la existencia de una mano invisible vestida de guante verde? Creo que en los ciudadanos y en los consumidores está la respuesta a estas preguntas.