En Talar de Pacheco, provincia de Buenos Aires, Argentina; el día 19 de abril de este año, un vecino roció con combustible y quemó vivo a un perro que entró a su predio detrás de una de sus perras que estaba en celo. Después de ser rescatado y llevado a una clínica veterinaria de Villa Devoto (ciudad de Buenos Aires), Kike se debatió entre la vida y la muerte durante más de dos semanas, con el 70% de su cuerpo quemado, pero murió este fin de semana.

A pesar de existir la ley de maltrato animal Nº 14346, la denuncia del caso fue archivada, y ahora todos los esfuerzos están abocados a que este hecho no quede impune. El periodista argentino Esteban Mirol está juntando firmas para apoyar la denuncia contra quien es responsable de la muerte de Kike, y para que se modernice la ley sobre maltrato animal existente en el país.

Otro caso como Kike, esta vez una cachorra de 10 meses en EE.UU

En Dallas (Texas), la cachorra Mercy de 10 meses de edad fue torturada, quemada viva y abandonada para que muriera. Afortunadamente fue rescatada y tratada médicamente, pero murió dos días después. Puedes ver más información sobre ella en este enlace.

Firma aqui para pedir que la ley castigue con toda la fuerza al autor del delito. También puedes firmar aqui para pedir que la ley sobre maltrato animal en el estado de Texas sea modernizada y que se castigue con mayor rigor a los maltratadores.

Este caso, una vez más, nos abre los ojos frente a la importancia de la tenencia responsable de animales. No me cansaré jamás de repetir que la esterilización de los animales es la única solución para el problema de la sobrepoblación y además, para los problemas asociados al celo de los animales.

No entraremos en disquisiciones que no nos lleven a ninguna parte, pero no podemos dejar de pensar en "si esa perra hubiera estado esterilizada" o "qué hacía Kike en la calle, siguiendo a una perra en celo"... En fin, que la irresponsabilidad humana da para mucho. Pero definitivamente la palma de la crueldad y la animalidad humana se la lleva este señor, tan dueño de la perra, tan racional y tan práctico, que no encuentra mejor solución para echar al perro que prenderle fuego! Habría que ver cómo soluciona este señor el resto de problemas cotidianos con los que se enfrente a diario. Me parece increible!

Y la ley, otra mas que aplica el viejo y odioso precepto: que sólo se trata de animales, por lo que el caso se archiva al carecer de relevancia. ¿Hasta cuando tendremos que soportar crueldad de las personas y la inoperancia de los funcionarios? Hasta que las personas se den cuenta de que los animales sienten, que les debemos un trato al menos, respetuoso; y cuando la comunidad se de cuenta que no podemos actuar cuando se dan estos casos de macabro "rating". La educación por la paz, donde todos -hombres, animales, medioambiente- tengamos un lugar para vivir y desarrollarnos armónicamente con el resto, se construye día a día, en lo cotidiano de la vida. Si ese señor que quemó al perro hubiera tenido un mínimo respeto por la vida de los animales: habría esterilizado a su perra, o al menos, habría echado al perro de una manera más civilizada. Si el juez o fiscal que archivó el caso hubiera tenido un mínimo de respeto por la vida de los animales, habría seguido adelante con la investigación, llamando a los testigos pertinentes. Pero la sociedad -o al menos una parte de ella- siente ese respeto y no puede dejar pasar impune este cruel hecho: por ello esta recolección de firmas, y por ello, este artículo en este blog.

Fuente fotografía y más información: Proyecto Geo.